|  Puente @ Europa: Actualmente está dirigiendo un ciclo 
        que resulta ser muy interesante, La Historia del Mercosur contada 
        por sus protagonistas. ¿Cuál es la motivación 
        que lo ha llevado a iniciar este proyecto, sobre todo, considerando que 
        Ud. ha sido uno de los protagonistas del proceso de integración? 
        
 Félix Peña: Creo que las dos cuestiones están 
        muy relacionadas. Por haber sido de alguna manera protagonista, he tomado 
        más conciencia acerca de la importancia que tiene, para entender 
        un proceso de integración como el nuestro o como el de la Unión 
        Europea, recurrir a los documentos fundacionales. Con documentos fundacionales 
        no me refiero solamente al momento inicial, sino a momentos en los que, 
        durante el proceso de integración, fue necesario desatar 
        nudos que si no se desataban podían producir un colapso 
        o un retroceso serio del proceso. Por lo tanto, todo proceso de integración, 
        mucho más el de la Unión Europea que tiene más historia, 
        tiene múltiples momentos fundacionales.
 Personalmente, por haber tenido algún tipo de protagonismo en 
        distintos momentos del proceso de integración, me he dado cuenta, 
        por un lado, de la importancia que tiene entender lo que se encuentra 
        detrás de cada momento fundacional, y por otro, que es poco lo 
        que realmente se conoce sobre estos momentos o sobre la historia, en términos 
        más generales, del Mercosur. Hay muy poca tradición escrita sobre los momentos fundacionales. 
        Hay muy pocos borradores y papeles de trabajo que se hayan conservado. 
        En segundo lugar, no hay tradición de traducir tradición 
        oral en tradición escrita, esto es, memorias o testimonios, que 
        sean escritos por quienes han tenido algún tipo de protagonismo. 
        Me ha tocado descubrir en la literatura sobre Mercosur errores serios. 
        Por ejemplo, se confunden los momentos en los que sucedieron realmente 
        las cosas. Estos errores, muchas vecen son cometidos por quienes fueron 
        protagonistas de alto nivel, con mucha influencia en los momentos fundacionales. 
        Al mismo tiempo, no he logrado encontrar en esa literatura (que por cierto 
        es bastante abundante), por ejemplo, una justificación de la decisión 
        que llevó a optar por una Unión Aduanera. Si uno compara 
        el Tratado de Asunción, donde se prevé un Arancel Externo 
        Común (que es uno de los componentes de una Unión Aduanera), 
        con el Acuerdo de Complementación Económica Nro. 14, que 
        en definitiva fue la base del programa de liberalización incorporado 
        al Tratado deAsunción y que fue firmado algunos meses antes, en diciembre de 
        1990, no encontrará en este último Acuerdo, ninguna referencia 
        al Arancel Externo Común. Hasta el momento no he encontrado una 
        respuesta satisfactoria para esa pregunta. Sin embargo, en la litera tura, 
        uno encuentra muchas veces afirmaciones, a veces muy contundentes, que 
        aseguran que la Unión Aduanera fue creada en Ouro Preto. Incluso 
        hay mucha literatura que habla del Protocolo de Ouro Preto que crea 
        la Unión Aduanera, lo que indica que no sólo no hay 
        tradición escrita, sino que hay poca tradición de lectura 
        de las cosas que sí se han escrito: por ejemplo, el Protocolo de 
        Ouro Preto. Basta leerlo para darse cuenta que no tiene nada que ver con 
        una Unión Aduanera, sino que es un Protocolo de carácter 
        absolutamente institucional.
 Todo esto nos llevó a concluir que sería bueno intentar 
        hacer un aporte como Universidad: hacer aflorar algunos testimonios, de 
        algunos protagonistas, sobre algunos aspectos de la historia del Mercosur. 
        Hemos comenzado por un momento que siempre consideré como el que 
        puso la pelota en movimiento y que, sin embargo, no ha sido 
        identificado en la literatura como el comienzo del Mercosur: la entrevista 
        entre Tancredo Neves y Raúl Alfonsín. Generalmente, cuando 
        se hace referencia al comienzo del Mercosur, se habla de la entrevista 
        entre José Sarney y Alfonsín.  Nosotros hemos identificado algunos momentos fundacionales en el cronograma 
        que nos hemos trazado como guía del proyecto, que es un proyecto 
        de investigación colectiva del que participarán activamente 
        todos lo que se han anotado para participar, pero es probable que a medida 
        que se sucedan las reuniones surja la necesidad de explorar más 
        a fondo otros momentos. Esto hace que el curso sea muy flexible.  Esperamos que este proyecto funcione también como incentivo para 
        que grupos, universidades, instituciones, de otros países se sumen 
        a este esfuerzo para reconstruir la historia colectiva, ya que tengo la 
        impresión que de ese modo vamos a comprender un poco mejor las 
        raíces profundas de la historia contemporánea del Mercosur. En realidad, si quisiéramos ir a las raíces más 
        profundas de la prehistoria, tendríamos que ir mucho más 
        atrás en el tiempo. Si nos limitáramos a la integración 
        deberíamos ir, como mínimo, al Pacto de Unión Aduanera 
        con Brasil de 1941, a la creación de ALALC y a cantidad de iniciativas 
        que se tomaron en aquellos años. Tendríamos que recurrir 
        a trabajos muy buenos que hay sobrelas tensiones, las complementaciones, la dialéctica cooperación-conflicto 
        en el mundo hispánico y en el mundo portugués en la península 
        ibérica, por ejemplo de Helio Jaguaribe. Pero no queremos ir tan 
        atrás, sino que preferimos concentrarnos en lo más inmediato 
        de manera tal de esclarecer un poco las raíces, ya que consideramos 
        que nos permitiría tener un debate un poco más inteligible 
        de los problemas, dilemas, o nudos actuales del proceso de 
        integración del Mercosur.
 P@E: Considerando la escasez de fuentes orales transcriptas que 
        Ud. señalaba, la selección de protagonistas para que vengan 
        a contar su versión de la historia pasa a ser de gran 
        importancia, ya que a partir de sus relatos, se iría escribiendo 
        una historia hasta el momento poco conocida. ¿Cuáles son 
        los criterios que aplican para la selección de candidatos? F.P: Yo diría que eso decidió la metodología 
        que estamos aplicando (que creo que es defendible aunque no es la única), 
        que es la de trabajar con segundos y terceros niveles del proceso de decisión 
        o negociación. Existen razones de orden práctico: no siempre 
        es fácil contar con el testimonio de protagonistas de primera línea 
        (presidentes y ministros). Pero además de las limitaciones prácticas, 
        la experiencia me indica, y he compartido esta experiencia con otros, 
        que es en el segundo, tercer o cuarto nivel donde hay un nivel de información 
        más detallada,más cercano a los puntos de intersección entre lo técnico 
        y lo político, que forman parte siempre de un proceso de negociación 
        internacional.
 Es muy difícil que los temas que se plasmaron en los acuerdos, 
        tratados, decisiones, actas, no hayan pasado, de alguna manera u otra, 
        por ese tercer o cuarto nivel. Incluso los borradores pudieron haber surgido 
        de allí. Claro está que el primer o segundo nivel puede 
        haber tenido un cierto grado de información, una visión 
        más política. Pero uno podría trabajar con la hipótesis 
        de que esa visión política, de presidentes y ministros, 
        ha de estar basada en ideas aportadas por el tercer y cuarto nivel. A 
        su vez, un recorrido histórico por el Mercosur, por susdistintos altibajos, o por los momentos en que se han debido desatar nudos, 
        pondría de manifiesto que muchas veces los cambios en las terceras 
        y cuarta línea explican mucho más discontinuidades que lo 
        cambios en la primera y segunda. Los presidentes están ocupados 
        con cantidad de temas y muy pocas veces entran o pueden entrar en los 
        detalles. Lo mismo ocurre con los ministros de Economía y
 Relaciones Exteriores, que tienen agendas muy complejas.
 Además somos concientes de que vamos a estar trabajando solamente 
        sobre las puntas del iceberg, porque hay una gran cantidad de gente que 
        ha intervenido en el proceso y que uno ni siquiera conoce. Es probable 
        que durante la evolución del proyecto surjan nombres que no hemos 
        tenido presentes en el listado original. No es extraño que nos 
        indiquen nombres de gente que ha pasado al olvido y que, quizás, 
        haya sido muy importante en su momento.  P@E: Otro aspecto que resulta interesante es la metodología 
        utilizada para plantear cada reunión. Se busca recrear un clima 
        de informalidad que de algún modo resulta propicio para la anécdota. 
        Claro que también esta metodología conlleva ciertos riesgos, 
        por ejemplo, un clima informalidad puede favorecer lapérdida de foco en la reunión.
 F.P.: Se ha elegido esta metodología por varias razones 
        de distinto orden: práctico, metodológico y razones que 
        tienen que ver con el origen de este proyecto.  Para evitar los desvíos que puedo tener por haber asumido responsabilidades 
        en distintos momentos del proceso de integración, es que estoy 
        acompañado por el Profesor José Paradiso, que si bien ha 
        seguido de cerca el proceso, no ha estado metido en la trinchera 
        como yo.  En lo que a mí respecta, de esta metodología me han impactado 
        tres cosas que tienen que ver con mi experiencia personal: la primera 
        es que generalmente las historias suculentas de acon tecimientos 
        históricos relevantes en las relaciones económicas (y a 
        veces también políticas) internacionales de nuestro país 
        lashe ido descubriendo y gozando en ambientes informales: una cena, un almuerzo, 
        un viaje en avión, en los que los protagonistas cuentan anécdotas 
        interesantes. Por ejemplo, en la primera sesión de trabajo que 
        hemos tenido, fueron surgiendo algunas anécdotas que probablemente 
        en un ambiente más formal no hubieran surgido, con lo cual se confirma 
        la impresión que tenía de que había que crear un 
        ambiente informal para que surgieran esas historias pequeñas pero 
        cargadas de significado, que son las que menos se conocen. Esto cobra 
        particular importancia si tenemos en cuenta que en la historia del Mercosur 
        mucho de lo que se ató (o no se pudo atar) ha surgido 
        a través de canales, diálogos o ambientes informales.
 Una segunda razón, es que desde hace muchos años tenía 
        ganas de hacer todo esto en televisión, pero nunca lo pude concretar. 
        Incluso en los 80 cuando trabajaba en el Banco Interamericano de 
        Desarrollo, en Washington, habíamos armado un pequeño grupo 
        para hacer por televisión la historia de la integración 
        de latinoamericana. La idea era rescatar personajes que hoy, lamentablemente, 
        ya no existen, para hablar sobre lo mucho que hicieron por la integración 
        regional durante la década del 50 y 60. Recuerdo que 
        en el marco de esa idea alguna vez compartí con Bernardo Grinspun, 
        quien fue el primer Ministro de Economía durante la presidencia 
        de Alfonsín, un diálogo muy lindo, en la casa del embajador 
        argentino en Washington, Lucio García del Solar, con Raúl 
        Prebisch. Allí habíamos comprometido a Prebisch a hablarnos 
        de todo lo que él sabía acerca de la experiencia de los 
        años 30 y 40 sobre las raíces del proceso de 
        integración de América Latina.
 Mucho más recientemente, el año pasado, fui invitado por 
        un intercambio con la Universidad de Brasilia, a dar clases en la Maestría 
        Negociaciones Comerciales Internacionales. En esa oportunidad me tocó, 
        en el cuarto día de clases, tener 3 horas de diálogo, no 
        programado, sobre lo que fue el difícil primer semestre del año 
        1999, luego de la devaluación del real, debido a las tensiones 
        que en el ámbito comercial se dieron entre Argentina y Brasil. 
        De aquel diálogo con los maestrandos participó también, 
        Marco Marconi, un amigo brasilero, actual Director Académico del 
        Centro de Estudios Brasileros de Relaciones Internacionales, que era Secretario 
        de Comercio Exterior, mientras que yo era Subsecretario de Comercio Exterior 
        durante las presidencias de Fernando Henrique Cardoso y Carlos Menem. 
        En febrero de 1999 se había creado una comisión de monitoreo 
        del comercio bilateral que nos encomendaron los presidentes, que resultaba 
        ser una especie de alerta temprana. Durante cuatromeses, tuvimos prácticamente un diálogo diario. Hacíamos 
        un monitoreo diario de los que pasaba y creo que ayudamos a descomprimir 
        los frentes internos, que es lo más difícil de administrar 
        en esas circunstancias. En ese diálogo de 3 horas pudimos, tanto 
        Marco como yo, aprender cosas que no sabíamos, lo que me confirmó, 
        una vez más, que en situaciones de crisis (no sólo en las 
        del Mercosur) los protagonistas tienen un grado de visibilidad muy bajo 
        de los factores que operan sobre la realidad.
 Alguna vez me tocó aterrizar en Ezeiza, en un avión privado, 
        viniendo de Brasil, a las 3 de la mañana, en una madrugada de invierno 
        en que Ezeiza estaba rodeada de niebla y me di cuenta lo que era pilotear 
        un avión en condiciones de bajísima o nula visibilidad. 
        Eso era exactamente lo que uno experimentaba muchas veces en este tipo 
        de situaciones y aquellas de escala internacional, por ejemplo, la crisis 
        de los misiles en Cuba en 1962. Las percepciones están basadas 
        en un nivel de información muy limitado que, recién cuando 
        se escribe la historia, los protagonistas descubren cosas 
        que no habían podido ver. Todo esto nos llevó entonces a componer este ambiente de informalidad 
        que, porejemplo, tuvimos ese día en Brasilia. Lo que quedó claro 
        es que tanto Marco Marconi como yo descubrimos cosas de nuestros respectivos 
        frentes internos que no teníamos presente en el momento en que 
        éramos protagonistas.
 Finalmente, la tercer fuente que nos decidió a adoptar este formato 
        es un programa de televisión, Inside the Actors Studio, que es 
        un programa muy bueno que me inspiró de alguna manera en la metodología, 
        en varios sentidos: en primer lugar, el diálogo es tranquilo, el 
        invitado se toma su tiempo; en segundo lugar, el diálogo es preparado, 
        incluso por el propio protagonista, y tiene la forma de una conversación 
        sistemática. Esto evita que la entrevista sea simplemente una charla 
        de café, ya que el objetivo es hacer aflorar realidades del 
        pasado. En tercer lugar, participan todos. Cuando el personaje va construyendo 
        la historia la está transmitiendo a gente que algún día 
        va a ser protagonista. Entonces, la ideacentral es: cuanto más nutridos esos (futuros) protagonistas estén 
        de historia, más posibilidades van a tener de no cometer tantos 
        errores.
 En general, tiende a asimilarse el proceso de integración del 
        Mercosur con el de la Unión Europea. Sin embargo, durante el primer 
        encuentro se señaló que los protagonistas del 
        Tratado de Asunción no tenían en mente el Tratado de Roma 
        al momento de firmar. En el caso de la firma del Tratado de Asunción, buena parte tenía 
        conocimiento, en algunos casos conocimientos profesionales no solo del 
        Tratado de Roma, sino de todo el proceso posterior. En mi caso, que no 
        era el único, tenía un titulo profesional en integración 
        económica.  Lo que también es cierto es que el grado de influencia de la experiencia 
        europea sobre el proceso de negociación del Mercosur fue muy bajo, 
        si es que existió. Incluso recuerdo haber leído al día 
        siguiente de la firma del Tratado de Asunción una declaración 
        del entonces Canciller argentino, Guido Di Tella, señalando que 
        dicho Tratado era el equivalente al Tratado de Roma en la integración 
        europea. Esto me parecería un poco exagerado, ya que se trataba 
        de realidades totalmente distintas. Lo que es cierto es que, al menos 
        en términos formales, representaba el Pacto constitutivo, por lo 
        tanto, desde ese punto de vista, Di Tella tenía razón. Pero más me impresionó, hace muchos años, cuando 
        me dediqué a intentar comprender la historia del Tratado Montevideo 
        de ALALC de 1960. Yo estaba recién iniciando mi actividad profesional 
        y universitaria y comencé, en la Universidad del Salvador, un ciclo 
        sobre la historia del Tratado de Montevideo. Recuerdo haber invitado a 
        Roberto Aleman que contó mucho de la historia del Tratado. A partir 
        de entonces hablé con varios de los protagonistas de aquel momento 
        y me di cuenta que en realidad muy pocos de ellos tenían información 
        sobre el Tratado de Roma o el Tratado de Estocolmo que creaba una Asociación 
        Europea de Libre Comercio. Ahí sí encontré que el 
        grado de conocimiento de los protagonistas acerca de lo que estaba sucediendo 
        en Europa era muy bajo. Pero cuando uno recorre la prensa de Argentina, incluso la prensa de 
        los Estados Unidos, el día que fue lanzado el Plan Schuman, encuentra 
        muy pocas repercusiones. Los contemporáneos muchas veces no le 
        dan la importancia que luego tuvieron los momentos fundacionales. Nos gustaría tener su mirada respecto a la próxima reunión 
        del Consejo Mercado Común en la ciudad de Ouro Preto. Sobre todo 
        considerando que hay analistas que tienen muchas expectativas sobre la 
        posibilidad que se de allí un (nuevo) relanzamiento del proceso 
        de integración. Creo que lo que se pone de manifiesto en la trayectoria de la integración 
        europea y en la trayectoria, más corta, del Mercosur, es que periódicamente 
        es necesario revitalizar con energía política la voluntad 
        de trabajar juntos por parte de los países. Esto implica, además, 
        hacer adaptaciones a los instrumentos o los mecanismos. De manera tal 
        que los objetivos estratégicos, la visión de largo plazo, 
        pueda sostenerse por entendimientos al más alto nivel político, 
        pero se adapten los instrumentos a las nuevas realidades. Tengo la impresión de que va a haber un envión político, 
        una carga de energía que en parte se debe al hecho de que es claro 
        que el Mercosur tiene varios problemas de imagen, de calidad del proceso, 
        que deben ser atendidos; por otra parte, quien tiene la presidencia pro 
        tempore del Mercosur es el presidente de la principal economía 
        del área; y, por último, el Presidente Lula y su entorno 
        más inmediato, así lo han dicho con mucha claridad, le atribuyen, 
        por distintos motivos, un valor político grande al Mercosur. Por 
        lo tanto, me da la impresión que, sin caer en las hipótesis 
        de máxima, de Ouro Preto va a salir algo que va a ser percibido 
        como una revitalización.  Habría un hecho adicional que yo tomaría en cuenta, haciendo 
        un pronóstico que algunos dirán que es optimista (en verdad 
        no veo espacio para el pronóstico pesimista, que significaría 
        que uno u otro país tuviera un Plan B): más allá 
        de lo que pueda significar la integración como proceso político, 
        jurídico y económico el Mercosur es el nombre de un barrio, 
        y los países no se pueden cambiar de barrio y, por lo tanto, cualquier 
        dirigente político inteligente va a tener claro que nohay opciones: hay que trabajar juntos, no hay motivos para no trabajar 
        juntos. Antiguamente había problemas de fronteras, territorios, 
        incluso en otras partes del mundo hay problemas étnicos, religiosos, 
        ideológicos. Esto no significa que vayamos a hacer las cosas como 
        la Unión Europea.
 Debemos terminar con la idea de que la UE es un punto de referencia, 
        un parámetro a partir del cual se va a medir la calidad de la integración. 
        El Mercosur y la Unión Europea son procesos que tienen muchos elementos 
        comunes, pero también muchos elementos que se diferencian. De modo 
        que no sé si será un Ouro Preto II, aunque quizás, 
        si sale muy bien lo llamen así. |