|  Desde que leí la versión original de este libro del Canciller 
        Celso Lafer, en el volumen colectivo publicado por Daedalus ("Brazil: 
        the burden of the past; the promise of the future" - 2000), tuve 
        la certeza que su aporte era valioso para un público argentino 
        y latinoamericano.  Por lo menos tres razones me llevan a considerar importante este libro, 
        que hoy nos entrega el Fondo de Cultura Económica. En primer lugar, 
        por tratarse de un recorrido a través del tiempo de la construcción 
        de la identidad internacional de Brasil. Es, en tal sentido, una especie 
        de visita guiada a un proceso gradual que va perfilando la diferenciación 
        del Brasil en el mundo, en torno al desarrollo de su política externa 
        centrada en fuerzas e ideas profundas, como por un lado, su dimensión 
        continental, su vecindad latinoamericana y su inserción en el eje 
        asimétrico del sistema internacional, y por el otro, la búsqueda 
        del desarrollo en el espacio nacional y, más tarde, la del desarrollo 
        por medio de la inserción en el mundo. Es la visita guiada por 
        un experto que a la vez, ha sido y es un protagonista relevante. En los 
        últimos treinta años, como intelectual y profesor universitario, 
        como empresario y como hombre público -varias veces Ministro y 
        negociador del Brasil ante la OMC-, Celso Lafer ha incidido con sus visiones 
        e ideas, con su capacidad analítica y con su protagonismo público, 
        en la construcción de la identidad internacional del Brasil.  En segundo lugar, por el énfasis que pone en la importancia del 
        espacio contiguo en la definición del perfil internacional del 
        Brasil. La vecindad es un dato central de la política internacional 
        de todo país. Es en el entorno inmediato donde se aprecia en su 
        mayor intensidad, la tensión entre las lógicas de la fragmentación 
        y la de la integración, que el propio Lafer analizara en un artículo 
        escrito en cooperación con Gelson Fonseca. Es en el contexto contiguo 
        donde se aprecia el valor de una política externa dirigida a transformar 
        fronteras de separación en fronteras de integración, donde 
        adquiere todo su potencial una visión grociana de las relaciones 
        internacionales. Citando a Ortega y Gasset, Lafer identifica el espacio 
        sudamericano como la "circunstancia" del Brasil. Y Brasil y 
        el espacio sudamericano es precisamente nuestro propio contexto contiguo, 
        nuestra circunstancia. Porque compartimos circunstancias -espacio geográfico 
        e histórico-, comprender bien el fenómeno de la construcción 
        de la identidad internacional del Brasil, ha sido y es relevante para 
        los argentinos, y para nuestra propia inserción en el mundo.  Y en tercer lugar, el libro de Celso Lafer nos ayuda a tener un enfoque 
        prospectivo de nuestra propia relación con el mundo. En tal sentido, 
        los lectores de esta versión en español, nos beneficiamos 
        de una introducción que fue escrita luego de los acontecimientos 
        dramáticos del 11 de setiembre. Esboza el autor los rasgos dominantes 
        de un escenario mundial que ha crecido en volatilidad e incertidumbre, 
        y donde la fragmentación de las cadenas de violencia, expresadas 
        en minipolaridades no estatales capaces de afectar la vulnerabilidad de 
        las grandes potencias y por ende de desestabilizar el orden internacional, 
        plantean desafíos complejos y novedosos a las políticas 
        exteriores de todos los países, incluyendo por cierto, los sudamericanos.  Estas breves reflexiones efectuadas en la perspectiva de un lector, 
        tienen que se complementadas -en mi caso-, por una reflexión personal. 
        Hace justo treinta años, nuestras trayectorias intelectuales convergieron. 
        El resultado fue un pequeño libro que contenía el artículo 
        con el cual Celso Lafer inició su propio camino intelectual y de 
        protagonista, y uno que yo había publicado sobre la Argentina en 
        América Latina. El libro tiene un capítulo escrito en forma 
        conjunta y en el que nos resultó luego difícil distinguir, 
        qué provenía del aporte de cada uno. Una especie de "piano 
        a cuatro manos". Una tesis fue central en tal capítulo común: 
        el que a partir del dato de la vecindad y a través de una lectura 
        compartida de desafíos y oportunidades originados en el sistema 
        internacional, podían nuestros países trabajar juntos, estimulando 
        la lógica de la integración de América Latina, a 
        fin de limitar los efectos negativos de la disparidad del poder mundial 
        y de así construir un espacio de mayor autonomía que nos 
        permitiese afirmar nuestras respectivas identidades nacionales. Treinta 
        años después, sigue siendo una idea válida y quizás 
        lo es más aún, si se toman en cuenta las características 
        del sistema internacional, a la vez globalizado, crecientemente inestable 
        y volátil.   Para concluir expreso un deseo. Y es que en los próximos dos 
        años podamos tener un desarrollo adicional del embrión de 
        nuevo libro que plantea la introducción a esta versión española, 
        en la que Celso Lafer pueda capitalizar su actual experiencia como Canciller 
        del Brasil.  Agradezco a Mónica Hirst y al Fondo de Cultura Económica 
        la oportunidad que me han dado de efectuar hoy la presentación 
        de esta obra del amigo Celso Lafer. |