| El triunfo de Lagos abre una ventana de oportunidad para que, junto con 
        Chile, los socios actuales negocien y definan la tercera etapa del Mercosur. 
        Al igual que en 1986 primero y luego en 1990, el liderazgo político 
        tiene ante sí la posibilidad de un salto adelante, que a partir 
        de la experiencia adquirida apunte a una nueva fase de integración. Hay a favor factores personales, históricos e internacionales. 
        Lagos tiene una estrecha relación con Fernando H. Cardoso y Fernando 
        de la Rúa. Hay química y comunidad de valores, e incluso 
        de estilos. Ello facilita impulsar en torno de la lógica de la 
        integración, el histórico triángulo sudamericano 
        que tantas veces respondió a la lógica de la fragmentación. 
        Lo que permitiría articular una alianza estratégica regional 
        acorde con los desafíos del 2000, en un momento en que Seattle 
        y los humores predominantes en el Norte, indican la conveniencia de sumar 
        esfuerzos para competir y negociar a escala global. La lista de dificultades y resistencias podría ser significativa. 
        Pero hay que pensar en las ganancias y recurrir a la imaginación 
        para resolver con solvencia técnica los obstáculos. Serían 
        nítidas las ganancias en dimensión, en credibilidad internacional, 
        en calidad macroeconómica, en equilibrio de poder económico 
        relativo, y en ajuste a la realidad de los comportamientos de mercados 
        e inversores, que desde hace tiempo consideran a Chile como parte de la 
        realidad económica del Mercosur. La principal dificultad podría 
        provenir de la disparidad en las políticas arancelarias externas. 
        Encararla requeriría de un período de transición 
        orientado a lograr una razonable convergencia, y en el que se distinga 
        el elemento tarifa común, del elemento disciplina colectiva en 
        la determinación y en las eventuales modificaciones del arancel. Una nueva etapa del Mercosur, definida junto con Chile y enriquecida 
        con su presencia, abre además la oportunidad para diseñar 
        una estrategia realista de disciplinas macroeconómicas, de políticas 
        sectoriales y comerciales externas, y de negociaciones comerciales externas. |