| El análisis de la relación entre democracia y Mercosur 
        puede situarse como mínimo en dos planos. El primero es el de los 
        medios formalmente previstos para encarar una situación de eventual 
        ruptura de la institucionalidad democrática. El segundo es el del 
        efecto externo que tal situación produciría sobre la "marca 
        Mercosur".  La democracia ha sido siempre un supuesto político para la construcción 
        del Mercosur y, en particular, para la incorporación del Paraguay, 
        tras el derrocamiento de Stroessner. En Las Leñas (1992), la Declaración 
        Presidencial se acerca lo más posible a una especie de ""cláusula 
        democrática"". Pero, ningún texto jurídico 
        fundamental del Mercosur -incluyendo al Tratado de Asunción de 
        1991 ni el Protocolo de Ouro Preto de 1994- hace referencia a los principios 
        e instituciones democráticas, ni prevé medidas en caso de 
        ruptura institucional en un socio. El supuesto político, por lo 
        tanto, no ha tenido hasta el presente una expresión jurídica 
        o institucional. Por otra parte, el Mercosur es una realidad política 
        y económica que diferencia una imagen externa -una marca que ""vale 
        oro"", como señalara recientemente el presidente brasileño 
        Cardoso- sustentada en la correlación a escala regional e democracia-transformación 
        productiva-equidad social-competitividad. Segundo, en el principal compromiso 
        internacional celebrado hasta el presente -el acuerdo marco con la Unión 
        Europea- se ha reconocido explícitamente que ""el respeto 
        de los principios democráticos y de los derechos humanos fundamentales 
        (...) constituye un elemento esencial del presente Acuerdo"" 
        (Art. 1§).  La próxima Cumbre del Mercosur, en el mes de junio de Buenos Aires, 
        es una excelente oportunidad para acortar la brecha actualmente existente 
        entre su supuesto político esencial y la instrumentación 
        formal del rechazo efectivo a cualquier hipótesis de ruptura de 
        la institucionalidad.  |