|  La alianza entre la Argentina. y Brasil cumple diez años. Es 
        a la vez natural, múltidimensional y extravertida. Es natural pues se sustenta en la geografía y en los valores. 
        La proximidad física se ha acentuado por el progreso de los transportes, 
        en las comunicaciones, en el conocimiento recíproco. Torna factible el concepto de un mercado común. Pero sería 
        insuficiente para explicar la alianza si no existiera, además, 
        una comunidad de valores.  La experiencia europea así lo enseña: cuanto más 
        próximos, más rivales suelen ser hombres y naciones. La 
        geografía invita a la integración, pero también a 
        la confrontación. La comunidad de valores entre la Argentina y Brasil tiene por lo menos 
        tres expresiones sustantivas: en lo político, la democracia y el 
        respeto a los derechos humanos; en lo económico, el mercado como 
        ámbito para la liberación de energías creativas orientadas 
        a la transformación productiva, y en lo cultural, la confianza 
        en la iniciativa del hombre libre y solidario. Son valores que invitan 
        al diálogo y al trabajo conjunto con otras naciones, creando un 
        clima propicio a la Integración. DimensiónEs multidimensional pues se expresa en todos los planos de la vida de 
        nuestras naciones. El comercio y las inversiones son un plano central. 
        Sin ellos la alianza sería retórica. Carecería de 
        sustancia.
 Por eso, tanto en 1986 como luego en 1991, la propuesta de .integración 
        está centrada eh la apertura de los mercados y en la cooperación 
        in-dustrial y tecnológica. La alianza, sin embargo, no podría 
        estar limitada a lo económico. La confianza que la sustenta es 
        indivisible y penetra todos los planos posibles de acción conjunta. 
        La educación, la salud y la justicia. También la defensa 
        y las relaciones exteriores. No son planos que permitan siempre una coincidencia 
        completa ni políticas comunes. Sí requieren diálogo 
        franco y explicación clara de las razones que lleven a disentir. Es extrovertida pues es en relación con terceros, con el mundo 
        que nos rodea, que la alianza se explica.  No es para defenderse de enemigos externos. Es la percepción de 
        un amplio mapa de oportunidades externas lo que ha llevado a ambos países 
        a potenciar, sumando esfuerzos, sus ventajas para competir y negociar 
        en todos los frentes externos, especialmente en el plano económico. El Mercosur y su agenda de trabajo reflejan este triple carácter 
        de la alianza entre la Argentina y Brasil. La presencia de un Paraguay democrático y de un Uruguay también 
        dispuesto a pelear con-tra la decadencia es una consecuencia natural impuesta 
        por la historia y la geografía. También lo es la de Chile. En tal sentido, la firma de un acuerdo 4 + 1 de libre comercio es un 
        paso en dirección a la membrecía plena. Para ello es esencial que la sociedad chilena comparta lo que con razón 
        dijo Ricardo Lagos, ministro de Obras Públicas del gobierno de 
        Frei, en el sentido de que "el Mercosur noes sólo libre comercio: 
        es identidad regional, política. Hay una variable política 
        adicional que tiene que ver con nuestro nivel de pertenencia". Es en la apertura al mundo que la alianza estratégica entre la 
        Argentina y Brasil adquiere toda su dimensión. En primer lugar, 
        como contribución eficaz al desarrollo de un ámbito sudamericano 
        de paz y de estabilidad política, sustentado en el progreso económico. 
        En segundo lugar, como visión de un mundo de grandes espacios económicos 
        concebidos no como obstáculos, si no como elementos de construcción 
        de un sistema multilateral de comercio libre en torno de la Organización 
        Mundial del Comercio. En tercer lugar, como reconocimiento de una realidad de global traders, 
        insertos por su comercio exterior y los flujos de capital, en forma simultánea 
        y no mutuamente excluyente, en la tríada del mundo industrializado 
        los Estados Unidos, la Unión Europea y el Japón. Tareas prioritariasPero es en el desarrollo de la agenda interna de la alianza y de su principal 
        instrumento, el Mercosur que se viabiliza su di-mensión externa. 
        Ello implica al menos dos tareas prioritarias.
 La primera es la de consolidar y simultáneamente profundizar lo 
        ya adquirido en el campo del comercio de bienes, perfeccionando el concepto 
        de un mercado único y extendiéndolo a los servicios. La segunda es la de desarrollar con audacia el concepto de transformación 
        productiva conjunta, utilizando para ello el instru-mento de los acuerdos 
        sectoriales previsto en el Mercosur, pero casi abandonado, poniendo énfasis 
        en proyectos de cooperación empresaria para adquirir los niveles 
        de calidad y productividad necesarios para competir en los mercados globales. La alianza entre la Argentina y Brasil no puede ser circunstancial. Tiene 
        un claro sentido histórico y estratégico. Así lo 
        ha definido elliderazgo político, primero délos presiden-tes 
        Alfonsín y Sarney, ahora de los presidentes Menem y Cardoso. Debe 
        ser aumentada día tras día con hechos concretos. Su mayor sustento es la opinión pública. Para ella implica 
        futuro y racionalidad. Mínima contrapartida de sus esfuerzos y 
        sacrificios para transformar nuestros países. |