| ¿Cómo se están cumpliendo los plazos planteados 
        a partir de la suscripción? Los plazos se están cumpliendo de acuerdo a lo previsto y se espera 
        que se sigan cumpliendo. La hipótesis bajo la cual trabaja el gobierno 
        es la irreversibilidad del proceso Mercosur y la inamovilidad de los plazos. 
        Los plazos más importantes son los que se refieren al cronograma 
        de desgravación arancelaria entre los cuatro países, que 
        es igual al planteado entre Argentina y Brasil en el A.A.P.C.E. N 14, 
        que ya se ha aplicado el primero de julio pasado y se va a cumplir el 
        1ro de Enero próximo, ya que esto obedece a un mecanismo automático 
        que ha sido ratificado por ley en los 4 países y el sector empresario 
        debe trabajar asumiendo que estos plazos se van a cumplir inexorablemente. 
        Con respecto a los otros plazos, uno importante es el de la reducción 
        del 20% en las listas de excepciones, que corresponde efectuar el 31-12-91 
        y también se va a cumplir y así sucesivamente. Otro tema 
        previsto es que a los 120 días de entrar en vigencia el Tratado 
        de Asunción, se debe poner en marcha el sistema de resolución 
        de controversias, que en opinión del gobierno es un tema muy importante, 
        para el cual ya se está trabajando y posiblemente se disponga del 
        sistema de resolución de controversias antes del plazo previsto. 
        Finalmente está el plazo del 31-12-94 en el que se completará 
        el proceso de desgravación arancelaria, eliminación de restricciones 
        no arancelarias, establecer el arancel externo común, coordinación 
        de políticas macroeconómicas y la materialización 
        de Acuerdos sectoriales de complementación. ¿Cómo se entiende la emisión casi simultánea 
        de la Resol.1133/91 en la Argentina y las portarías 876 y 877 en 
        Brasil, cuando la primera reduce drásticamente nuestros aranceles, 
        mientras que en los mismos sectores Brasil los eleva? En primer lugar, las Resoluciones de carácter arancelario corresponden 
        al ámbito del Ministerio de Economía y no de la Cancillería. 
        Sí es tarea de la Cancillería el seguimiento de los compromisos 
        internacionales asumidos por nuestro país y en ese sentido recuerdo 
        que el compromiso asumido por los cuatro países es que el punto 
        de partida del proceso de desgravación arancelaria es el arancel 
        vigente al 01-01-91 y el compromiso es no establecer niveles arancelarios 
        por encima de los vigentes en aquel momento, pero de acuerdo a los compromisos 
        firmados, nada impide reducir esos valores. De todos modos el reducir aranceles, particularmente a 0, provoca la 
        anulación de preferencias previamente acordadas y por otra parte 
        sería deseable que el proceso de convergencia se perciba desde 
        ahora. Eso es solamente una visión estática de las cosas y además 
        tanto Argentina como Brasil están encarando profundos cambios estructurales, 
        apuntando a lograr niveles de competitividad internacional, lo que ha 
        llevado a ambos países a introducir modificaciones en su arancel 
        externo. Este proceso que se orienta a llegar a niveles de competitividad 
        internacional se desarrollará de una manera muy firme, mientras 
        tanto mediante el Grupo Mercado Común ya se está trabajando 
        en la convergencia que usted señalaba. Este trabajo se realizará 
        por medio de los Sub-Grupos Técnicos (12), que resulta realmente 
        complicado, con mucho intercambio de información, lo que debe hacerse 
        con suficiente transparencia y permanentes Consultas al sector privado. En ese sentido cabe esperar en muy breve plazo una evolución en 
        la forma de trabajo del sector empresario, ya que han cambiado dramáticamente 
        las reglas de juego respecto a lo que ocurría habitualmente en 
        el ámbito de la ALALC y la ALADI, debido a que se va a negociar 
        de una manera totalmente distinta. Esta diferencia deriva por lo menos 
        de dos hechos. Uno, el principal, es la decisión política 
        de los gobiernos de cambiar sus esquemas internos, orientados hacia condiciones 
        de competitividad internacional y el segundo hecho que introduce modificaciones 
        en la forma de trabajar es la automaticidad del programa de desgravación 
        arancelaria, que hace que lo que antes era objeto de negociación, 
        hoy no lo sea. Esto crea nuevas reglas de juego que no sé si son 
        más simples o más complejas, pero sí son distintas 
        y cometerá un grave error la empresa que no tenga en cuenta esta 
        nueva operativa. Dr.Peña, ¿Cómo puede afectar a este proceso, 
        el casi comienzo de hiperinflación en Brasil? El Mercosur es un proyecto que opera en el largo plazo. Los plazos que 
        hemos estado mencionando hasta ahora, que corresponden a la transición, 
        si bien para mucha gente son muy cortos, teniendo en cuenta los acontecimientos 
        mundiales que se han observado últimamente, pueden considerarse 
        plazos muy largos, si lo entendemos como el período que se han 
        otorgado los 4 países para tornarse competitivos, que es lo que 
        en el fondo no sólo esta impulsando el Mercosur, sino también 
        el proceso de transformación interna en nuestros países 
        y parte de la constatación de que con el grado de obsolescencia 
        tecnológica que habían alcanzado nuestras economías, 
        iba a ser muy difícil seguir compitiendo en los mercados mundiales, 
        particularmente en los sectores que tienen un elevado agregado intelectual, 
        como por ejemplo el electrónico. En este sentido el Mercosur aparece 
        como un subproducto del proceso de transformación interna. Los 
        retrocesos, crisis, etc. que se puedan observar, no invalidan el objetivo 
        final que los gobiernos se han planteado con miras a lograr los niveles 
        de competitividad planteados, sobre todo apuntando a una competitividad 
        sistémica, en un entorno macroeconómico de eficiencia. Desde 
        este punto de vista, Mercosur implica necesariamente estabilidad económica, 
        coordinación de políticas macroeconómicas y voluntad 
        de hacer competitivas a estas economías. En este contexto se deben 
        examinar los problemas que hoy puede tener Brasil o mañana cualquiera 
        de los otros socios. De todos modos, si este supuesto básico, de 
        que los procesos democráticos de los 4 socios orientados a constituir 
        economías competitivas a nivel mundial, incorporando el progreso 
        técnico, por algún motivo se modificara o entrara en choque 
        con la realidad, probablemente el Mercosur en sus modalidades actuales 
        podría tener dificultades que no han sido previstas en el momento 
        en que se elaboró el Tratado, ya que el mismo se formuló 
        bajo las hipótesis señaladas anteriormente. Insisto mucho 
        en este concepto porque lo considero clave para entender el contrato que 
        hemos firmado Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Por lo demás, 
        los cambios profundos que se están operando en la economía 
        brasileña, están efectivamente orientados hacia el camino 
        de competitividad internacional que hemos comentado. Continuando con Brasil, se ha conocido a través de la prensa 
        del Brasil, cierto escepticismo, no respecto al Mercosur, pero sí 
        a los plazos originalmente planteados, llegando incluso a pronosticar 
        que en una primera etapa, se llegaría a una Zona de Libre Comercio 
        o alo sumo a una Unión Aduanera: Frente a estas versiones, ¿Podríamos 
        saber si la voluntad política de máximo nivel continúa 
        postulando los plazos originales o admite alguna alternativa? Definitivamente, la voluntad es inamovible, los plazos han sido fijados 
        al más alto nivel y en ningún momento los diálogos 
        que hemos realizado entre los cuatro gobiernos han tratado sobre alternativas 
        distintas a las ya planteadas, lo cual es razonable si se considera que 
        el Tratado ha sido aprobado sin oposición por los cuatro Congresos, 
        por lo tanto yo creo que está fuera de discusión el cumplimiento 
        de los plazos establecidos. Lo que sí hay que tener claro, es que 
        el proceso de integración y el Proceso del Mercado Común 
        no es una tarea que empiece en un momento, sino que se puede considerar, 
        por una parte la continuación del proceso iniciado en la ALALC 
        y continuado en la ALADI, pero MERCOSUR es un proceso continuo de aquí 
        en más, que no se agota el 31-12-94. Si bien no es lo único, 
        lo esencial del período de transición será la constitución 
        de una Unión Aduanera, que recuerdo demoró 10 años 
        en la Comunidad Económica Europea. Frente a las perspectivas que plantea el Mercosur, ¿Cual cree 
        usted que será el futuro de la ALADI? Creo que la ALADI tiene un papel muy importante que desempeñar. 
        Nosotros le atribuimos a la ALADI un papel crucial en el desarrollo de 
        un proceso más amplio de cooperación, de integración, 
        de facilitación del comercio, mecanismos de pago, en el campo estadístico. 
        Todas estas son funciones que la ALADI ha venido cumpliendo en forma importante 
        y haciendo contribuciones valiosas al desarrollo del comercio Latinoamericano. 
        Por lo tanto no es serio decir que la ALALC y la-ALADI han sido una pérdida 
        de tiempo o que no han aportado nada al comercio Latino-Americano. Quizás 
        no se han logrado los objetivos más ambiciosos que se habían 
        propuesto, pero esto no significa que el esfuerzo realizado tanto en ALALC 
        como en ALADI, no tengan el mérito que realmente han tenido. Incluso 
        en el futuro hemos considerado que la ALADI tendrá un importante 
        papel en la conexión entre los distintos esquemas de integración, 
        respecto de la cual prefiero hablar de conexión de vasos comunicantes 
        antes que de convergencia. Todo esto, a su vez, se enlaza con la Iniciativa 
        para las Américas, que tiende a un esquema de libre comercio hemisférico, 
        que requiere avances significativos en materia de facilitación 
        del comercio, eliminación de restricciones no arancelarias, desarrollo 
        de reglas de juego en materia de origen, dumping, subsidios, mecanismos 
        de solución de controversias que sean eficaces, que cuenten además 
        con la participación creciente del sector empresario. Cuanto más 
        se desregulen las reglas del comercio entre los países de la AL 
        ADI o aún del Mercosur, más claros, nítidos y transparentes 
        deben ser las reglas de juego, pero a la vez más eficaces deben 
        ser los mecanismos de protección de estas reglas de juego. El esquema de adhesión del Tratado de Asunción es casi 
        una invitación particular a Chile ¿Qué perspectivas 
        tiene la eventual incorporación de este país? Efectivamente, Chile ha sido invitado a suscribir el Tratado desde un 
        comienzo, pero su gobierno consideró en aquella oportunidad que 
        ese no era el momento oportuno, dado que el grado de apertura de la economía 
        chilena era muy diferente al de alguno de los socios del Mercosur. En 
        el reciente encuentro de los Presidentes Menem y Aylwyn y con el aval 
        previo de los otros socios, se discutieron alternativas para lograr un 
        marco que permita vincular al país trasandino al Mercosur, lo que 
        daría lugar incluso a explorar nuevas alternativas todavía 
        no exploradas. También señalo la posibilidad de incorporar 
        a Bolivia, al conjunto de los cuatro países iniciales. Hay que 
        tener en cuenta además, que los cuatro países miembros del 
        Mercosur, están ya ligados al resto de los países de la 
        ALADI, por la ALADI misma, por la Preferencia Arancelaria Regional y por 
        una red de Acuerdos de Alcance Parcial que vinculan ya muy directamente 
        a los cuatro socios con el resto de Latino-América. Por lo tanto 
        Mercosur es ALADI y ALADI es Mercosur. Siguiendo con el caso de Chile, ¿Se puede asumir que hubo un 
        desvío de atención a partir de la suscripción del 
        Acuerdo Chile-México? No, yo creo que son cosas distintas. El acuerdo al que usted se refiere, 
        es un Acuerdo de Libre Comercio, que tiene elementos muy originales y 
        que se está refiriendo a un comercio bilateral que es relativamente 
        reducido. De todos modos, en el momento en que se discuta la incorporación 
        de Chile al Mercosur, se deberán tener en cuenta los compromisos 
        asumidos por este país con México. Respecto a la Iniciativa para las Américas, ¿Hubo avances, 
        existe interés? La iniciativa para las Américas tiene tres aspectos, uno referido 
        a deuda pública, el otro referido a inversiones y' el tercero referido 
        a comercio. En el tema referido a comercio, la iniciativa plantea un objetivo 
        de largo plazo muy genérico, sin tener definida hasta ahora la 
        metodología ni el contenido. De todos modos esto ha sido muy bien 
        recibido por nuestro país y se mantiene un profundo interés 
        respecto del mismo. En noviembre próximo se celebrará en 
        Washington la primera reunión del Comité Consultivo de Comercio 
        e Inversión. Volviendo al Mercosur, la Comisión Parlamentaria Conjunta prevista 
        en el Tratado,¿Está constituida y ya está funcionando? Esa Comisión se constituyó hace pocas semanas en Buenos 
        Aires, con la participación de parlamentarios de los cuatro países, 
        entiendo que va a celebrar próximamente una primera reunión 
        en Montevideo y desde ya se le asigna la mayor importancia a la participación 
        de los parlamentarios en el proceso de integración establecido 
        por el Tratado de Asunción, particularmente en la etapa de transición. 
        Por otro lado no hay que olvidarse que todo este proceso de transformación 
        económica, en la cual Mercosur es una resultante, una consecuencia, 
        es viable en el marco de legitimidad democrática en la cual estamos 
        desarrollando nuestras actividades, lo que ratifica aún más 
        la importancia de la participación activa de los parlamentarios. |